Gestión empresarial

¿Está tu empresa sobreendeudada?

En medio de un panorama económico marcado por la incertidumbre global, la inflación y la cautela del crédito, entender el nivel de endeudamiento de una empresa se ha vuelto fundamental. Más aún en sectores que dependen fuertemente del financiamiento, como la construcción o la agroindustria.

Una de las herramientas más útiles para evaluar la salud financiera de una organización es el ratio de endeudamiento, un indicador que compara cuánto debe la empresa frente a sus propios recursos. En palabras simples: mide qué parte de su operación se financia con deuda externa y qué parte con capital propio.

¿Cómo se calcula?

Existen varias fórmulas, pero la más común en los estados financieros auditados es:

Ratio de endeudamiento total = Pasivo total / Activo total

También se puede desglosar en:

  • Endeudamiento a corto plazo: Pasivo corriente / Patrimonio neto
  • Endeudamiento a largo plazo: Pasivo no corriente / Patrimonio neto

En el Perú, un ratio de endeudamiento por encima de 0.6 puede ser una señal de alerta, especialmente si no hay liquidez suficiente para respaldar esa deuda.

¿Qué significa endeudarse mucho?

Un ratio elevado implica que la empresa está más apalancada, lo cual puede tener ventajas si se aprovecha para crecer. Sin embargo, también implica mayores compromisos financieros, lo que en un entorno de tasas de interés al alza —como el actual, con una tasa de referencia del BCRP en 6.25%— puede generar presión sobre la caja.

Por otro lado, un bajo nivel de endeudamiento podría parecer saludable, pero también podría significar poca ambición de crecimiento o un desaprovechamiento de oportunidades de expansión.

Factores que influyen en el endeudamiento

  1. Costo del crédito: La tasa promedio de los préstamos para empresas en soles bordea el 14% anual, aunque varía según tamaño y sector.
  2. Acceso al sistema financiero: Muchas microempresas siguen dependiendo de cajas municipales o incluso prestamistas informales, donde los costos financieros son más altos por un lado y por otro son más inseguros.
  3. Tipo de actividad: Empresas del rubro inmobiliario, por ejemplo, suelen operar con ratios más altos, ya que sus proyectos requieren financiamiento constante hasta la entrega de unidades.
  4. Condiciones económicas: En años de bajo crecimiento (como el 2023, que cerró con apenas 0.5% de PBI), las empresas suelen contraer menos deuda y priorizar la liquidez.

Otros ratios clave que no debes pasar por alto

  • Liquidez corriente (Activo corriente / Pasivo corriente): Un indicador de si la empresa puede cumplir con sus obligaciones en el corto plazo. Idealmente mayor a 1.2.
  • Solvencia (Activo total / Pasivo total): Mide la capacidad de cubrir todas las deudas con los activos disponibles. Fundamental para bancos y fondos de inversión.
  • Eficiencia (Ventas / Activos totales): Permite analizar cuán productivos son los recursos de la empresa. Alta eficiencia significa más ingresos por cada sol invertido.

¿Qué miran los bancos?

Las entidades financieras locales suelen poner el ojo en tres indicadores antes de aprobar un crédito: liquidez, endeudamiento y flujo de caja libre. Si alguno de estos presenta señales de debilidad, el acceso al crédito puede restringirse o encarecerse.

Una empresa que no mide sus ratios financieros navega a ciegas. En nuestro país, donde las condiciones cambian rápidamente, tener estos indicadores bajo control puede marcar la diferencia entre la sostenibilidad y el sobreendeudamiento.