Trabajadores motivados, empresas solidas
Cuando se habla de aumentar la motivación de los trabajadores de una empresa, siempre surgen tres palabras claves: el dinero, ascensos y el reconocimiento. Éstas son, sin duda, las palancas que más utilizan los empresarios para mantener al talento dentro de la firma y evitar que intente cambiar de aires. El problema es que, en ocasiones, ninguna de estas tres estrategias acaba dando resultados.
Resulta evidente que un buen sueldo ayuda, y mucho. Pero poco puede hacer ante un trabajador que está harto de llevar a cabo un trabajo repetitivo y que no le satisface. Si esa persona tiene talento y cree que es capaz de aportar mucho más, es muy probable que acabe buscándose la vida en otra empresa, que sea capaz de colmar sus ambiciones. El ser promovido tampoco es un mantra infalible. El problema es que muchas veces no viene acompañada de nada real. Solo supone un cambio de tarjeta. Pero sin una nómina mayor o una mejora en el grado de responsabilidad dentro de la organización, el trabajador considerará a estas acciones como vacías. ¿Resultado? Se convertirán en estrategias desmotivadoras.
Luego están los reconocimientos. Las palmaditas en la espalda, incluso los premios, pueden convertirse en un factor negativo. Esto ocurre cuando el trofeo o la placa no vienen acompañados de una mejora sustancial dentro del organigrama de la compañía.
¿Por qué hay veces que los métodos tradicionales de motivación no cumplen su cometido y generan hasta el efecto contrario? Pues porque tienden a ignorar las necesidades psicológicas que realmente son las responsables de elevar o no la motivación de los trabajadores. Para solucionar esta carencia, desde este blog les proponemostres vías por las que un emprendedor puede lograr una plantilla comprometida. Eso será sin duda el mejor plan de negocios que pueda elaborar para su empresa.
Otorgar espacio para crecer
Un individuo siempre busca crecer. Esta es una máxima que sirve para la vida y, también, para la empresa. Por eso, un empresario con una compañía en la que exista poca rotación, debe otorgar a sus trabajadores un espacio de libertad que le brinde seguridad y espacio para crecer. Es decir: otorgar confianza para que los trabajadores tomen sus propias decisiones. Así sentirán que su aporte es útil, ganando carácter que a largo plazo se fortalecerá y creará un trabajador competente y seguro de sí mismo. Esto es mucho más motivador que otras acciones relacionadas con incrementos salariales. Y es que se estará tocando la fibra sensible de las personas.
Comunicar siempre el objetivo trazado
Un trabajador que solo cumple con lo que se le pide, jamas sabrá si su trabajo aporta en el «todo» de la compañía y no sabrá como aportar más, limitándosela a seguir una orden y volviendo su trabajo monótono. Por ello debe haber conexión con el equipo, con los jefes, con el presidente, con la cultura de la compañía, con el plan de negocio, con los objetivos a largo plazo. Si ese circuito funciona de manera correcta y todos los cables están unidos entre sí, la maquina llamada negocio solo tiene un camino, el éxito.
La buena competencia
Cuando se habla de competencia, los empresarios suelen caer en el error de pensar que crear un entorno competitivo entre sus empleados es bueno. Y que pelearse por ser el mejor es bueno y útil para la empresa. Por eso, suelen crear y propiciar entornos donde pisar la cabeza al de al lado para alcanzar la meta, no está penado. Esto es un error muy grave que, por desgracia, es demasiado común en muchas organizaciones.
La única competencia que ayuda es muy diferente a lo que se ha descrito en el párrafo anterior. Se trata de una competencia psicológica. De sentirse capaz de hacer el trabajo. Es decir se trata de un sentimiento muy ligado con la formación. Tener los conocimientos adecuados es la mejor manera de impulsar los resultados. Es difícil creer en uno mismo y mantener la motivación si no se está en una firma en la que se apueste por la buena competencia de las personas.
Cuando se llevan a cabo estos tres puntos se consigue un éxito mayor que si la gestión de personas de una compañía se rige solo por dinero, promociones y reconocimiento. Y es que son estrategias mucho más baratas y fáciles de llevar a cabo.
Fuente original: www.asesoresdepymes.com