Etapas del desarrollo profesional
El desarrollo profesional es imprescindible para fomentar el sentido de crecimiento, el avance y la superación de los trabajadores. A pesar de que muchos asociemos el desarrollo de nuestras capacidades profesionales al corto o medio plazo, este se trata de un largo proceso con varias etapas en el camino.
Crecimiento
Esta primera etapa puede definirse como el proceso en el que la persona comienza a definir su vocación: explora intereses profesionales, se relaciona con otros profesionales del sector, o se adentra en las áreas educativas en las que se va a formar.
Exploración
Aquí comienzan los primeros pasos del plan de desarrollo profesional. Aunque se puede considerar que la persona todavía se encuentra en una etapa de formación, ya empieza a acumular experiencia laboral y recursos técnicos para desempeñar la profesión.
El profesional ya ha encontrado sus intereses y los empieza a potenciar con una formación más especializada, como posgrados, prácticas en empresas, primeros trabajos, etc. Es una etapa de ansiedad por aprender.
Establecimiento
Es el momento de adentrarse en el campo laboral deseado. En esta etapa el profesional ya cuenta con mayor experiencia y dominio en su ámbito laboral, y comienza a estar más capacitado para empezar a dirigir equipos.
En esta etapa el profesional quiere alcanzar cargos de responsabilidad y ascender, por lo que busca empresas que le ofrezcan un plan de carrera interesante y oportunidades de crecimiento y desarrollo. Las empresas deben contar con planes de promoción interna para los trabajadores de este rango.
Consolidación
En la etapa de consolidación o mantenimiento, las personas se enfocan en mantener su posición dentro de la empresa, hacer nombre en su profesión y poder transmitir conocimiento y enseñar a los más jóvenes.
Durante este camino, los profesionales continúan a cargo de equipos o áreas de la empresa, por lo que tienen la capacidad de influir en la cultura empresarial y el modelo de negocio.
Declive
La etapa de declive es aquella en la que se tiene una mayor comprensión de la vida profesional, lo que se traduce en el momento de transmitir sus conocimientos y experiencia a las nuevas generaciones.
A su vez, la productividad del profesional disminuye y se comienzan a plantear los planes de sucesión empresarial.