La importancia del trabajador motivado
Muchos empresarios y directivos creen que los trabajadores están contentos y satisfechos por el simple hecho de tener un trabajo. Pero la realidad es diferente. Buena prueba de ello es que los expertos en managment siempre hablan de la importancia de contar con una plantilla motivada. ¿por que? Se trata de la única posibilidad que tiene el empresario de exigir a su gente una labor aprovechable para el negocio. Y es que si se tiene una empresa con trabajadores desmotivados, lo normal es que estos se limiten a cumplir el mínimo exigible para que no les despidan, pero no aportarán nada de valor añadido para la buena marcha de la compañía.
Para evitar contar con una plantilla que se limita a cumplir con lo mínimo en vez de aportar ideas, es necesario realizar acciones para elevar la motivación de los trabajadores. Ahora la pregunta es: ¿cómo se hace feliz a un trabajador? Lo más fácil es pensar que todo se soluciona con dinero. Y sí, el dinero es importante. Y está claro que un trabajador bien remunerado estará más satisfecho que uno que cobra el salario mínimo. Ahora bien, como en la vida, en los negocios el dinero no lo es todo. Existen otras muchas acciones más allá de la nómina de fin de mes que permiten elevar la motivación de las personas, y que les ayudan a lanzarse a aportar soluciones e ideas, que pueden ser beneficiosas para el desarrollo de la empresa. Hoy mostraremos algunas sencillas estrategias para motivar a los trabajadores.
Otorgue autonomía
Todos tenemos el deseo, irrefrenable, de ser nuestro propio jefe. Por tanto, la gestión de Recursos Humanos basada en tratar a los trabajadores como a niños que requieren de constante vigilancia y a los que se les debe decir que hacer, está condenada al fracaso. No hay peor enemigo para la motivación que considerarse un simple peón de ajedrez.
Proponer retos
Al hilo de la autonomía, el trabajador es feliz cuando es capaz de resolver problemas por sí mismo. Ese simple hecho otorga confianza, un plus que ningún empresario debería dejar pasar.
Equipo con propósito
Quizá el mayor factor motivador es el de cultivar un propósito común. Es decir, lograr que la plantilla se sienta parte importante de los retos de la empresa. Si el trabajador ve que su contribución ayuda a la compañía, eso le reconfortará.
Escuche las ideas y responda a ellas
No se le ocurra ignorar las ideas que les mandan sus trabajadores por correo electrónico, o le comunican en una charla de pasillo. Tome nota de todo y conteste. Fomente el debate. Da igual si la idea le parece buena o mala, lo que su plantilla quiere es que, por lo menos, el jefe escuche y rebata sus aportaciones. Jamás deje en el olvido una idea, ya sea buena o mala.
Recompensar las buenas ideas
Si le llega una aportación que ha sido beneficiosa para el negocio, el empresario debe llevar a cabo un esfuerzo para recompensar al trabajador, o trabajadores, implicados en la solución. Tampoco tiene que ser un bono espectacular, puede ser un detalle. Y seguro conseguirá elevar la motivación del equipo.
No sobredimensionar los errores
Si la idea de algún trabajador lleva a la empresa a un tropiezo comercial, no arremeta contra el, ni exagere las consecuencias. Aprenda del error, y siga pidiendo a su plantilla aportes.
Fuente original: www.asesoresdepymes.com