La estrategia del producto mínimo viable
Los emprendimientos no siempre llegan a buen puerto, es más. esta comprobado que la mayoría de nuevos negocios no sobrevive al primer año. Teniendo esto en cuenta es de suma importancia iniciar cada paso del negocio de forma segura teniendo en consideración el publico objetivo, para ello, el primer paso es el llamado Producto Mínimo Viable y consiste en la creación de un prototipo de su producto o servicio con lo mínimo y necesario para su funcionamiento. Este prototipo es presentado a un publico reducido generalmente llamado early adopters, lo que se busca es testear la hipótesis sobre nuestra visión del producto e ir implementando mejoras que permitan cumplir a medio y a largo plazo con el plan de negocio.
El producto mínimo viable no se desarrolla para las masas sino para los early adopters.
¿Cómo crear un producto mínimo viable?
- Identifique las necesidades de mercado. El primer paso en la metodología MVP consiste en comprobar si ese producto o servicio realmente satisface una necesidad presente en el mercado. Para ello debe preguntarse qué problema soluciona y por qué una persona lo compraría. También debe analizar a la competencia en búsqueda de soluciones similares y/o necesidades desatendidas.
- Perfile a su cliente ideal. Para crear un producto mínimo viable debe analizar las necesidades de su cliente yendo más allá de sus características demográficas. Comprender las preferencias y hábitos del consumidor le permitirá crear un producto o servicio con características y funcionalidades que aprecien.
- Elabore el producto mínimo viable. Con los datos sobre el mercado, sus competidores y los clientes potenciales podrá determinar las características del modelo inicial. Organicelas como “imprescindibles”, “convenientes” e “innecesarias” y úsalas para crear el producto mínimo viable. Si su puesta en marcha es muy costosa, como en el caso de un coche o un edificio, puede utilizar maquetas físicas o virtuales.
- Valora los resultados. Tras lanzar el producto mínimo viable debe buscar retroalimentación. Entreviste a clientes, realice una encuesta o aplique pruebas A/B para que te ayuden a elegir las características del producto que funcionan mejor. Si los datos son positivos, podrá seguir adelante con su idea. Si no es así, tendrá que modificar lo que no funciona o pivotar.