Marketing

La comunicación 2.0

La llegada de Facebook, Twitter y LinkedIn (la comunicación 2.0) ha tomado por sorpresa a muchas empresas que pensaron que esto sería algo pasajero. Pero es tiempo de asimilar que de ahora en adelante formarán parte de la comunicación de cualquier empresa y desarrollar una buena estrategia 2.0 ya no es una opción si no una necesidad.

1. Están aquí para quedarse.

Cuando llegaron las computadoras, algunos empresarios insistían en seguir usando las maquinas de escribir y los papeles autocopiativos. Pero el tiempo y la tecnología les ganaron la batalla, siempre lo hacen. El que no se adaptó se quedó fuera. Ahora va a ocurrir igual.

2. La actitud vence a la técnica.

Igual que teclear en la computadora no era tan complicado, gestionar las redes sociales tampoco lo es. Eso sí, requiere un esfuerzo de adaptación. Organícese, dedique un tiempo a ver qué hacen los mejores y cómo está reaccionando su competencia.

3. No se trata de hacerse gurú en una semana

De la misma forma que aprender inglés, francés o cualquier otro idioma lleva su tiempo, adquirir destreza en el lenguaje de las redes sociales también. ¿Cómo saber si es una aberración decir desde el Twitter oficial que “¡Por fin es viernes ya comienza el fin de semana!”? Nada es bueno o malo a priori. Todo depende de la estrategia de comunicación definida por la empresa y, sobre todo, del público con el que se quiere interactuar en las redes sociales. Recuerde que la persona que gestione esto en su empresa debe tener tanto conocimiento de redes sociales como de su negocio.

4. Resultados vs Feedback

Esperar una relación directa entre estar en redes sociales y conseguir ventas puede llevar a la frustración de más de un empresario, pero estar en esos canales puede servir para obtener una comunicación bidireccional con el cliente que no se consigue de otra forma y que será muy útil para adaptar los productos y las estrategias en los canales de venta tradicionales.

5. Más aliados que enemigos

El mejor método de acercamiento es pensar en ellas como un sistema de aprendizaje. El resto de usuarios pueden resolver las dudas y además dar muchas pistas de cómo implantar la estrategia final de la empresa. Mirar al cliente como aliado puede ser un buen comienzo.

Todo a su tiempo. Paso a paso, sin prisa pero sin pausa.

Fuente original: www.asesoresdepymes.com