Tendencias del comercio electrónico para el 2022
El impacto del coronavirus no solo en la economía, sino en nuestros hábitos de consumo, ha supuesto un fuerte impulso al comercio electrónico. Los datos del e-commerce se han multiplicado durante los últimos meses, pero, ¿cómo seguirá avanzando en el futuro más inmediato? Revisemos algunas tendencias del comercio electrónico para el 2022.
- Pago flexible. La clave en los procesos de e-commerce sigue siendo la sencillez, seguridad y claridad. Cuanto más fácil y flexible sea la pasarela de pago (a través del móvil, sin registros previos complicados, pudiendo guardar con seguridad los datos de nuestra tarjeta, mediante reconocimiento facial, etc.) más opciones tendrá el usuario de hacerlo. Pero, además de la flexibilidad desde un punto de vista técnico, también seguirá siendo fundamental la flexibilidad desde un punto de vista puramente económico. Es decir, en 2022 también será recomendable apostar por pagos a plazos y sin intereses con partners.
- Millennials y Generación Z. Los principales compradores son los millennials (entre los 25 y los 40 años), que han crecido con ordenadores y conexión a Internet en casa, y para los cuales las compras online son cada vez más naturales a ellos se les suma la Generación Z –nacidos a partir de 1995-, cuyas vidas no se entenderían sin dispositivos smartphone, Internet y las redes sociales. Entender los hábitos, exigencias y preferencias de consumo de las generaciones a las que nos dirigimos es esencial para mejorar nuestras ventas online.
- Preocupación medioambiental. Precisamente los millennials y las nuevas generaciones son las más preocupadas por la sostenibilidad, especialmente al comprobar la fragilidad del planeta y del ser humano durante la actual pandemia. Las marcas que se comprometan con el cuidado del medio ambiente, cuyos procesos sean sostenibles y que apuesten por materiales y productos ecológicos, serán mucho mejor percibidas por los consumidores.
- Recommerce. La cada vez mayor preocupación medioambiental, unida a los problemas económicos que atraviesan muchas familias, también está potenciando el recommerce; esto es, la venta de productos de segunda mano. Ya existen multitud de plataformas y aplicaciones móviles para su compra-venta (moda, electrónica, vehículos, etc.), y se prevé que durante este año siga creciendo.
- Mejora de las cadenas de envío y suministro. Teniendo claro que la experiencia del usuario debe ser óptima, no podemos dejar a un lado el envío y recepción de los productos. Los envíos tardíos pueden suponer un motivo de cancelación de la compra (o, si existen comentarios negativos al respecto, incluso que no llegue ni a producirse). El comprador online lo quiere todo rápido, desde la adquisición hasta la recepción. Y, en un contexto como el actual, pese a las dificultades, esas exigencias van a ir en crecimiento.
- Atención al consumidor inmediata. No es propiamente una tendencia, ya que una buena atención postventa siempre ha sido recomendable. Pero en unas circunstancias como las actuales, es requisito indispensable dar una respuesta rápida y efectiva al consumidor. A los mecanismos tradicionales (teléfono, formulario, email, etc.) y los ya muy extendidos (redes sociales) se suman con fuerza los chatbots (chats inteligentes y automáticos con respuestas programadas para los problemas más habituales).
Fuente original: www.asesoresdepymes.com