Gestión empresarial

La estrategia del bienestar del trabajador

Antes de la pandemia, se ponía de ejemplo a las multinacionales americanas como referente de buen trato a los trabajadores. Se ensalzaba a estas compañías porque en sus oficinas había mesas de fulbito, consolas de videojuegos, gimnasios y hasta se impartían clases de yoga y pilates. Pues bien, tras la pandemia todo aquello se ha transformado en simples distracciones y su importancia en el bienestar de los trabajadores se ha reducido en gran medida. 

Y es que el trabajador actual tiene otras prioridades y busca que su empresa vaya mucho más allá de simples inversiones estéticas. Exige que se cree un entorno laboral que fomente el desarrollo profesional y genere bienestar. En otras palabras, es el momento de pasar página de la diversión para centrarse en lo que realmente importa. Ese es el principal reto de las empresas con sus plantillas. Aquellas que logren colmar las expectativas de su fuerza laboral lograrán retener el talento, las que no lo hagan verán como dicho talento se va.

Obviamente el teletrabajo ha sido clave para variar las prioridades del bienestar de los trabajadores. El inmovilismo y presencialismo que antaño se perseguía en las empresas no cabe en una época en la que la tecnología abre las puertas a ejercer las tareas de forma remota sin menoscabar la productividad y la competitividad de la empresa. ¿Quiere esto decir que el teletrabajo debe ser una asignatura obligatoria en la mayoría de los entornos empresariales? La respuesta es un rotundo NO. Siempre habrá sectores y actividades económicas que requieran de la presencialidad. Pero en aquellos contextos empresariales en los que no sea necesario es positivo dar la oportunidad a la plantilla de participar en la elección del método de trabajo que mejor les convenga.

No obstante, el bienestar del trabajador que las empresas deben perseguir no se ciñe a una discusión entre si se teletrabaja o no. Muy al contrario, existen ya diversos estudios que despejan bastantes dudas al respecto. Uno de los más exhaustivos es el realizado por la consultora Willis Towers Watson. Más alla de los números, lo que realmente deben tener en cuenta los empresarios es que la inclusión de programas de bienestar es muy valorada por los trabajadores. 

A la vista está que el bienestar laboral es un reto que las empresas deben afrontar debido a los claros beneficios que para la organización implica especialmente a la hora de lograr la fidelización del personal. Una fidelización que es especialmente importante en estos momentos en los que el talento escasea en un buen número de desempeños profesionales.

El bienestar laboral no debe ser visto como un extra sino como una estrategia de negocio. Más aún en estos tiempos en los que la pandemia a derrumbado las tradicionales actividades orientadas a los recursos humonos.

Si la plantilla quiere mesas de fulbito y clases de yoga, pues fenomenal. Pero lo normal es que las respuestas vayan mucho más allá y se centren en aspectos concretos del entorno laboral y del desempeño de la actividad diaria. Como es obvio, la obligación de cualquier empresa en esta nueva normalidad que el virus nos deja pasa por ofrecer una adecuada respuesta a las demandas de sus empleados.

Fuente original: www.asesoresdepymes.com