Gestión empresarial

Los riesgos de equivocarse en la transformación digital

En la actualidad se evidencia una necesidad de formar parte de la transformación digital, una revolución que ya estaba en marcha, pero que la pandemia ha acelerado hasta convertirla en inevitable. Obviar este proceso conducirá a la irrelevancia en el ámbito económico frente a países como EEUU y China.

La Covid, por tanto, ha dejado claro que la digitalización es una obligación para nuestro tejido empresarial, que está formado mayoritariamente por pymes, al ser la única manera que los negocios tienen de mantener la competitividad. Pero no se puede obviar que la transformación digital es un proceso complejo en el que equivocarse tiene un precio muy elevado.

No por mucho madrugar amanece más temprano

Uno de los grandes errores que las pymes no pueden cometer es correr demasiado. Ya hemos dicho que la pandemia ha acelerado la irrupción de la economía digital. Pero eso no quiere decir que las empresas salten sin paracaídas al mundo digital. Las prisas nunca son buenas consejeras y en este proceso de modernización tampoco lo son.

Para evitar errores que pueden costar caro en el futuro es necesario que las empresas evalúen si están en condiciones de dar un salto cualitativo del calibre al que la digitalización obliga. Quizá esperar unos meses sea mucho mejor que acometer con prisas el cambio de modelo. Y es que como bien dice el refrán, no por mucho madrugar amanece más temprano.


No todos los sectores son iguales

Banca, comercio y tecnología son algunos de los sectores que están llamados a impulsar más pronto que tarde su transformación digital. Pero eso no quiere decir que la digitalización tenga que ser la principal prioridad en otros ámbitos económicos, como la hotelería o el transporte, por poner un par de ejemplos. Por ello, los emprendedores tienen que realizar un estudio sectorial para saber cuándo, cómo y por qué deben impulsar la digitalización.

Los parches no sirven para nada

Otro de los errores más comunes y perniciosos que las empresas pueden hacer es considerar que digitalizarse consiste en instalar aplicaciones más modernas. Nada de eso. La modernización que está exigiendo el mundo no se logra con simples parches. Muy al contrario, es necesario que la transformación digital se incluya en el ADN de la empresa para que abarque a todos los departamentos. Solo así se logrará obtener beneficios de la inversión y competir en un futuro contra el resto de firmas en un mercado que ya no es local sino global.

Ser autodidacta

Salvo las lógicas excepciones, una empresa no nace digitalizada, sino que se hace. Y para que este proceso tenga éxito hay que saber rodearse de los expertos más adecuados. Aquí no sirve mirar por internet y ser autodidacta. Con esa actitud solo se logrará tirar el dinero. Ahora bien, tampoco se puede obviar que ya en estos momentos existen serios problemas para encontrar trabajadores y docentes con los conocimientos que la digitalización requiere, lo que está dificultado el proceso en muchas empresas. De ahí la necesidad de impulsar las nuevas profesiones tecnológicas que el futuro demanda.

Fuente original: www.asesoresdepymes.com