La importancia de comenzar un negocio con una buena marca
La marca y la opción más cara
Una marca con personalidad, o prestigiosa, o de culto es lo que se encuentra detrás de muchas de las decisiones de los consumidores. Es lo que hace que en el supermercado se compre una marca en vez de otra. Ahora bien, ¿de verdad la diferencia que existe entre los productos con el nombre del fabricante y los que promociona el supermercado es tan extensa? ¿Es tan enorme como para pagar el doble? La respuesta objetiva es que en la mayoría de los casos, las diferencias no son tan grandes, y a pesar de ello, se prefiere la opción más cara.
¿La marca hace único al producto?
Como se puede ver, la marca es fundamental para incrementar las ventas de una empresa. La importancia de una buena marca es lo que hace que los clientes se lancen en masa a adquirir el último iPhone e ignoren otros dispositivos con características similares y a mitad de precio. Una buena marca logra que para la conciencia de las personas estemos ante productos o servicios únicos cuando en realidad no lo son tanto.
Un empresario debe tener esto en cuenta y situar a su marca en el centro de su gestión comercial y de marketing. Para potenciar la importancia de la marca en la sociedad en el caso de los nuevos negocios es necesario descubrir qué es lo que las hacen tan atractivas para nosotros.
Es cierto que construir una marca legendaria como, por ejemplo, Harley Davidson o Rolex es un logro al alcance de pocos, pero los ingredientes necesarios para generar una marca de culto son siempre los mismos. De ahí que en este post tratemos de reflejar cuáles son las constantes que debe tener una firma de éxito.
La personalidad de la marca debe impregnarlo todo
Una marca con aspiraciones de traspasar el imaginario de la sociedad debe tener una presencia constante y unitaria en todos los aspectos que genera la empresa. Su personalidad y valores deben estar presentes en elementos como el logo, las cartas, la web, las redes sociales, el diseño de los productos o servicios, la tienda online, el servicio de entrega a domicilio y hasta en las respuestas que se dan a los clientes desde el departamento de atención al cliente.
Solo una marca en perfecta sincronía y unificada es capaz de obtener la personalidad suficiente y distintiva como para ser reconocible durante años y dar cabida a todo tipo de productos o servicios.
La calidad importa, pero la clave está en la experiencia del cliente
Una marca que representa a un mal producto o servicio no tiene ningún futuro. Esa es una realidad inamovible. Es como una película con un mal guión. Por muy bueno que sea el director o los actores, si no hay una historia decente que contar no se puede aspirar a producir un buen film. Pues en la empresa pasa lo mismo. La calidad está siempre detrás de los negocios que funcionan. Pero esta característica que podía servir para diferenciarse en el pasado, no tiene tantísima importancia en la actualidad, debido a que la sociedad digital da por hecho que lo que se vende viene con calidad de serie. De ahí que la maca deba ofrecer algo más para destacar frente al resto. Ese extra o valor añadido que el empresario debe aportar es una experiencia óptima para el cliente. Su marca debe ir un paso por delante y sorprender y aportar ese valor añadido que la convierte en única.
Anticiparse a las tendencias
Para alcanzar el estatus de mítica, una marca debe ir siempre por delante de lo que piensa el consumidor. Solo así será capaz de satisfacer sus necesidades. Para conseguirlo, el empresario debe estar siempre atento a las tendencias que comienzan a surgir en el mercado para tener lista su solución en el momento indicado. El mejor ejemplo en este sentido es la Apple de la primera década del siglo XXI cuando sorprendió e innovó con el iPhone justo en el momento en el que la sociedad estaba preparada para manejar dispositivos táctiles. También McDonald’s fue consciente de la cada vez mayor preocupación por la comida sana con el lanzamiento de ensaladas o con menús adaptados a cada país.
La marca, por tanto, debe conocer esa tendencia o preocupación global que está a punto de surgir y anticiparse. De esa forma conseguirá incrementar su importancia en la conciencia de los clientes y podrá aspirar a convertirse en esa enseña diferenciadora, clave en cualquier negocio que funciona.
Fuente original: www.asesoresdepymes.com