¿Cómo hacer presentaciones persuasivas?
A través de los siguientes puntos usted sabrá cómo hacer presentaciones persuasivas que sirvan para ganarse a su público.
Conecte con la audiencia
Su mensaje debe tocar las emociones de aquel que le escucha, ya que son éstas las que hacen que se tomen decisiones de compra. Si hay una conexión emocional todo será mucho más sencillo.
¿Cómo se logra esta conexión? Pues pronunciando un discurso cercano a cada miembro de la audiencia. Huya, por tanto, de contenidos específicos que solo usted y unos pocos más son capaces de comprender y utilice metáforas y ejemplos de la vida diaria para que todos sean capaces de entenderlo. No tenga miedo a iniciar una conversación con su público, ya que un formato de pregunta y respuesta logra aumentar la tasa de interés en la audiencia. Cumplir este objetivo y conquistar la confianza del aforo es muy beneficioso para los nuevos negocios.
Contacto visual
La mirada es el mayor emisor de honestidad que existe. Si usted pretende persuadir a alguien, está obligado a mirarle a los ojos. No rehúya el contacto visual, ya que eso será síntoma de que tiene algo que esconder. Resulta evidente que en presentaciones ante un gran número de personas le resultará imposible mirar a los ojos a todos. De ahí que sea fundamental que su mirada no permanezca leyendo un papel. Muy al contrario, su obligación es estar constantemente mirando hacia el público.
La importancia del movimiento corporal
Es necesario que el empresario incorpore el movimiento en sus presentaciones si pretende convencer a la gente. Los buenos oradores convierten el escenario en el salón de su casa, moviéndose de un lado a otro y obligando, con ello, al público a seguirlo con la mirada. No se quede sentado o atado a un atril, incorpórese y conecte con la gente. Aunque no lo crea, su cuerpo es parte fundamental de la presentación. Por tanto, utilícelo e incorpórelo a su presentación.
El movimiento corporal será de especial importancia si antes se ha logrado establecer contacto visual y emocional con la audiencia. Si eso ha ocurrido, la incorporación de los desplazamientos por el escenario servirá para reforzar aún más la conexión que el empresario ha logrado con la gente.
El paralenguaje
No es importante el qué se dice, sino la manera en la que se dice. Esta sencilla frase define a la perfección lo que significa el paralenguaje. Hablamos de todo aquello que forma un discurso excepto el contenido. Es decir: el volumen de la voz, el ritmo, las pausas, la entonación… Todas aquellas características de nuestra exposición que servirán para ganarse totalmente a la audiencia o para perderla de manera definitiva.
Usted puede ser el mayor experto en alguna materia pero si no es capaz de transmitirlo, no logrará ninguno de los objetivos que se hubiera marcado. El paralenguaje debe adaptarse siempre a la situación. Si desea llevar a la gente a interactuar con su nuevo negocio es necesario asegurarse que su voz trasmita emoción. Huya, por tanto, de entonaciones planas en las que no se destacan ninguna de las expresiones, y aproveche las ventajas que obtendrá al incorporar características como el volumen, el ritmo o las pausas.
Fórmese
Aunque resulte una obviedad, es necesario recordar que una buena formación, tanto teórica como práctica, mejora las posibilidades de éxito de sus interacciones en público. Por tanto, no descuide este aspecto si pretende aprovechar discursos o presentaciones para hacer crecer su negocio.
Fuente original: www.asesoresdepymes.com