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Modelos de cooperación para exportar

Emprender algunos proyectos en compañía puede ser más eficaz y rentable que hacerlo en solitario. Es lo que sucede cuando una empresa sin experiencia decide exportar, una acción que supone cruzar las fronteras del propio país y plantarse en un mercado extranjero completamente desconocido hasta ese momento. Hay que tener en cuenta que no todas las empresas cuentan con suficiente capacidad económica, ni humana para llevar a cabo una acción exportadora o internacional de forma unilateral y sin ningún tipo de ayuda.

 

Por eso, una de las mejores fórmulas para comenzar a exportar con cierta tranquilidad es buscar y realizar acuerdos con otras compañías, con las que se pueda cooperar y hacer más llevadero el proyecto. Esto permitirá reducir la incertidumbre y sumar fuerzas, potenciando de forma sustancial la capacidad de actuación. También ayudará a generar economías de escala, compartir riesgos, aumentar los canales de distribución y contar con un mayor número de expertos en diferentes áreas y segmentos de comercialización.

 

La colaboración podría extenderse también a otros ámbitos, dependiendo de la especialización de cada uno de los socios, pero seguramente ayudaría a mejorar la tecnología de cada uno, a enriquecer y diversificar productos y servicios, a penetrar más rápidamente en nuevos mercados y a acceder eficazmente a nuevos públicos.

 

Para conseguir todo esto, una empresa puede optar entre varios modelos de cooperación. El primero consistiría simplemente en firmar un acuerdo con otra empresa, generalmente más grande, que la represente y distribuya sus productos en el nuevo país. Lógicamente, esta empresa contaría con la infraestructura y los conocimientos necesarios para asumir adecuadamente la exportación.

 

Una segunda posibilidad sería establecer colaboraciones puntuales con otras compañías en algunos momentos o para determinados asuntos. Sin embargo, algunos expertos advierten de que esta estrategia podría generar algunas susceptibilidades y recelos, sobre todo en el caso de que los implicados puedan llegar a ser potenciales competidores en el nuevo país.

 

Una tercera e interesante fórmula consiste en poner en marcha un modelo de exportación en grupo, basado en acuerdos estables entre empresas. De esta forma, las compañías firmantes aprovecharían sus respectivas sinergias y recursos en el camino hacia los nuevos mercados.

 

Una cuarta fórmula de exportar en compañía la podemos encontrar formando parte de un clúster, un grupo de empresas interconectadas de una misma industria o sector, con vínculos de cooperación e interdependencia. Se trata de un modelo en que las compañías que lo integran compiten entre sí, pero al mismo tiempo pueden colaborar en el desarrollo de diferentes procesos.

 

Y finalmente existe otra fórmula de exportar en compañía que viene marcado por las franquicias, un método también eficaz para llevar a cabo una expansión internacional porque permite contar con un socio local que conozca el nuevo mercado y facilite la adaptación al mismo.

 

Fuente original: www.asesoresdepymes.com

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