¿Cómo consigo que mis clientes lean mis e-mails comerciales?
Cada día, se envían cerca de 270.000 millones de correos electrónicos en el mundo. Con esta cantidad, no hace falta irse a las estadísticas para descubrir que la mayoría de ellos acaban en la papelera sin que el receptor haya hecho el esfuerzo de abrirlo. Este hecho es todavía más exagerado en el caso del e-mail marketing, o correos electrónicos enviados por las empresas para promocionar un producto o servicio. Cuando se trata de este tipo de envíos, la basura o la carpeta spam es el destino de más del 90% de los mismos.
Para evitar que los correos que se envían a los clientes o suscriptores pasen desapercibidos existen una serie de sencillas reglas que es necesario cumplir si se quiere contar con una base de usuarios fieles a las directrices de la empresa. La primera de ellas es tan simple como que el correo enviado sea capaz de resolver un problema. Un buen ejemplo de este tipo de envíos son los e-mails en los que se filtra la información para que al usuario solo tenga que leer la que más le interesa. Incluso hay empresas que se dedican a ello, sitios de noticias para profesionales que les permite compartir lo que está leyendo en el trabajo. De esta forma ayudan a suscriptores a ponerse rápidamente al día de lo más relevante de su negocio. Gracias a este sistema, los correos tienen una tasa de éxito que oscila entre el 50% y el 70%.
La segunda regla es que nuestro envío permita al usuario ahorrar dinero. Eso es precisamente lo que hacen empresas de ‘cupones’, compañías que ofrecen a sus clientes la posibilidad de ahorrarse el 50% en una cena o el 70% en la entrada al cine. De esta forma consiguen que sus correos no acaben en la basura.
Otra regla a seguir es la de lograr que nuestros correos comerciales sirvan al usuario para aprender. Y es que muchos de nosotros leemos publicaciones especializadas o realizamos cursos para mejorar nuestros conocimientos. Por eso, las empresas explotan esa vía para lograr el éxito en sus envíos masivos.
Por otro lado, la tasa de éxito de un correo electrónico crece de forma exponencial si es capaz de entretener al usuario. Quizá por ello, las compañías suelen incluir vídeos o cualquier texto que llame la atención y divierta al cliente.
La última regla sobre los correos electrónicos es el asunto. Se trata sin duda del factor decisivo que origina que el mensaje sea leído o eliminado. Un buen asunto debe ser veraz informativo y tentar al lector a querer saber más sobre el contenido. Pero no debe engañar. Si el usuario abre un correo atraído por un asunto misterioso y descubre que le están tomando el pelo, olvídese de que lea los siguientes.
Si sus campañas de e-marketing no logran entretener, solucionar un problema, ayudan a ahorrar, incrementan el aprendizaje, y no tienen un asunto atrayente, usted tiene un problema importante. A pesar de su esfuerzo, lo más normal es que la mayoría de esos correos acaben en la basura sin que el cliente los haya abierto.