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Reclutamiento versus selección

El nivel de contribución de los trabajadores en una empresa es crítico para alcanzar el éxito, y, dentro de él, la gestión de sus competencias (conocimientos, habilidades y talentos) resulta fundamental. Esta tarea implica dos elementos imprescindibles para la persona que controle el negocio: reclutar a los perfiles profesionales idóneos para cada puesto de la organización, y dotarles de las herramientas y recursos necesarios para que se puedan formar y maximizar así su contribución a los objetivos de la empresa.

Sin embargo, especialmente durante las primeras etapas de un proyecto, le resulta casi imposible al empresario poder abordar esta tarea con la suficiente atención, debido a que existen otras que, por lógica, absorben casi por completo su tiempo, como son la tesorería, la obtención de clientes o la gestión contable. Tampoco es frecuente que pueda permitirse contar con un profesional de los recursos humanos en la que delegarla, pero sí que le conviene intentar prestarle una atención adecuada ya que, a través de ella, no sólo se podrá captar talento sino, sobre todo, retenerlo de cara a futuras etapas en la vida de la compañía.

 

Beneficios y ventajas

Una vez definidos los puestos que se desean cubrir en una empresa, se debe generar un grupo de potenciales ocupantes para cada vacante. Es aquí cuando entra en juego el reclutamiento, que sirve tanto para comprender qué competencias se necesitan para desempeñar satisfactoriamente las tareas del puesto como para identificar dónde poder encontrar a la persona idónea así como las fuentes y estrategia de captación que deben utilizarse.

Por regla general, una empresa suele recurrir a plataformas externas. Hoy, Internet, permite localizar candidatos de forma rápida y muy barata, a través de páginas de internet. En esta línea, las redes sociales, como LinkedIn, también son entornos profesionales propicios para esta labor.

Para conseguir las mayores probabilidades de éxito en un proceso de reclutamiento es imprescindible tener claras las competencias y habilidades que se precisan y comunicarlas a través de un anuncio atractivo, escogiendo la plataforma y los reclutadores adecuados, y llevando a cabo un seguimiento de los candidatos preseleccionados, ayudándose de distintas fuentes, como la Red, recomendaciones de antiguos empleadores u opiniones de terceros.

Entre las ventajas del reclutamiento, cabe destacar:

  • El fomento de nuevas ideas en la empresa
  • Mejora de la cultura corporativa
  • Incremento de la productividad en los nuevos perfiles
  • Mayor reputación de la compañía entre la sociedad
  • Puesta en valor del proyecto a largo plazo de la empresa

La selección, el momento crítico

Tras conseguir acotar entre un grupo de candidatos entra en juego el proceso de selección, a través del cual se cubrirá la vacante profesional. Una buena selección tendrá, a buen seguro, grandes beneficios para la empresa, pero, en el caso de no hacerse bien, puede ser muy perjudicial. Por ello, y en especial en relación a las nuevas compañías, la escasez de recursos hace de este momento algo crítico, incluso para garantizar la supervivencia y estabilidad del proyecto.

A la hora de establecer la selección, los expertos citan dos criterios como fundamentales, tanto para el profesional (satisfacción laboral) como para la entidad (mayor productividad):

  • El encaje persona-puesto: Hace referencia al grado de ajuste entre las habilidades, competencias y conocimientos del candidato en relación al puesto que deberá cubrir.
  • El encaje persona-organización: Implica la integración entre el empleado recién llegado y los valores y la cultura de la empresa.

Para lograr una selección adecuada, existen distintas herramientas con un grado bastante elevado de fiabilidad, validez y objetividad, aunque, como hándicap está el que suelen tener un coste económico alto, por lo que se debe analizar con cuidado su uso. Entre ellas, algunas de las más destacadas son:

  • Test de personalidad, que miden los principales rasgos y atributos de una persona, como, por ejemplo, la prueba de los cinco grandes.
  • Test de capacidad, que analiza la inteligencia a través de un cuestionario, como es el caso del General Aptitude Test Battery.
  • Comprobación de las referencias, contactando con los empleadores anteriores y preguntándoles acerca del candidato.
  • Entrevistas estructuradas, con preguntas acerca de situaciones hipotéticas, sobre su desempeño profesional o relacionadas con el conocimiento.

La importancia de la formación

Además de seleccionar a los trabajadores más idóneos para una empresa, es fundamental que, una vez incorporados, se les facilite la adquisición y perfeccionamiento de habilidades, potenciando su talento y su lealtad hacia la compañía. Uno de los métodos con mayor éxito en este sentido es el de los programas de formación, que promueven el diseño de carreras individualizadas, con objetivos formativos claros y un plan de sesiones bien definido.

Con todo ello, se logrará satisfacer las necesidades de los trabajadores así como aumentar su grado de identificación con los valores corporativos de la entidad, que luego podrá valorarse mediante los test de evaluación del desempeño de los empleados formados.

 

Fuente original: www.asesoresdepymes.com

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